El Tiempo que Respiramos o cómo recordar que somos creadores de nuestra propia vida
Había una vez una persona que sentía que algo le faltaba. No sabía muy bien qué era. Tenía días buenos y otros no tanto. A veces se sentía motivada, a veces cansada, y otras... simplemente perdida. Un día, mientras caminaba sin rumbo fijo, se detuvo. Respiró hondo. Por primera vez en mucho tiempo, sintió el aire entrar, quedarse un momento, y luego salir. Y fue en ese instante cuando comenzó a hacerse preguntas.
Mariano Coria
6/19/20254 min read
No sé si alguna vez te pasó eso.
Estar viviendo, haciendo, produciendo... pero sentir que no estás manifestando lo que de verdad querés.
Yo sí. Me pasó muchas veces.
Y cada vez que eso ocurre, hay una parte de mí que me susurra bajito: “¿Te estás respirando?”
Porque hay una diferencia entre vivir y estar presente. Entre existir y manifestar.
Y esa diferencia, muchas veces, está en la respiración.
No en la automática, esa que hacemos sin pensar, sino en la consciente. La que nos devuelve al cuerpo. La que nos recuerda que estamos vivos ahora.

Lo podes escuchar acá abajo activando el volúmen.
O lo podes leer a continuación.
Un día, en una reunión cualquiera, alguien preguntó:
—¿Qué significa para vos hacer? ¿Manifestar?
Y la sala se quedó en silencio.
Yo me quedé pensando.
Y recordé a alguien que conocí, con muchas ideas, muchos recursos, muchas ganas... pero con pocas concreciones. Como si toda su energía se quedara girando en torno a algo que nunca se terminaba de materializar.
Eso me llevó a una imagen: el barro.
Sí, el barro.
Ese lugar al que todos, en algún momento, caemos.
Porque nos enseñaron que para aprender hay que sufrir. Que para crecer hay que atravesar la oscuridad. Que sin barro no hay flor.
Y aunque hay algo de verdad en eso, también me pregunto:
¿Y si no fuera siempre necesario pasar por el barro?
¿Y si pudiéramos elegir un camino diferente, menos tortuoso?
¿Y si bastara con cambiar la forma en que respiramos el mundo?
La respiración, cuando es consciente, es como una linterna en un cuarto oscuro.
Ilumina partes de nosotros que estaban dormidas.
Nos conecta con lo esencial.
Nos permite vernos.
Y ahí ocurre algo mágico: el tiempo cambia.
No el tiempo del reloj, sino el nuestro. El interno.
El que nos dice si estamos presentes o desconectados.
Si estamos actuando desde el miedo o desde la creación.
A veces me pregunto:
¿Será la respiración la llave para destrabar nuestra capacidad de manifestar?
¿O es solo una de tantas puertas?
No tengo todas las respuestas.
Pero sé que cuando respiro con conciencia, algo se ordena dentro de mí.
Y desde ahí, todo lo que hago cobra otro sentido.
Las ideas se vuelven acciones.
Los deseos, caminos.
Y el tiempo... deja de ser un enemigo.
Ahora bien, manifestar no es solo tener buenas intenciones.
No alcanza con desear.
Hay que actuar.
Pero no actuar por obligación. Actuar desde la conciencia de ser creadores.
Todos lo somos.
Sí, todos.
No hay seres humanos más capaces de crear que otros.
La diferencia está en cuánto lo creemos, en cuán despiertos estamos a esa verdad.
Por eso, más que aprender a manifestar, lo que necesitamos es recordar.
Recordar que ya lo sabemos.
Recordar que lo hemos hecho muchas veces.
Recordar que lo que cambia es nuestro nivel de conciencia, no nuestra capacidad.
Entonces, ¿qué lugar ocupa la acción?
La disciplina, el esfuerzo, la técnica…
¿Son necesarias?
Sí. Pero no como castigo, sino como puente.
Porque la acción consciente es la materialización del amor por lo que queremos crear.
Es el gesto cotidiano de traer al mundo eso que ya existe dentro de nosotros.
Hoy, al escribir esto, siento que respiro mejor.
Y me doy cuenta de que este mismo texto… es una manifestación.
Un pedacito de mí tomando forma.
Un acto de amor.
Porque cuando uno se permite mirar hacia adentro, respirar profundo y confiar en su poder, la vida cambia de color.
Y ya no se trata solo de sobrevivir, sino de crear con intención.
Así que, si hoy sentís que algo no termina de fluir, si sentís que estás en pausa o perdido...
hacé una pausa.
Respirá.
Preguntate:
¿Qué estoy necesitando manifestar? ¿Qué parte de mí está esperando ser respirada hacia la existencia?
Y empezá por ahí.
💭 ¿Qué te despertó este episodio? Me encantaría leerte.
Dejá tu mensaje, tu sensación, tu pregunta… lo que haya quedado latiendo después de escucharlo.